El Escull

Bucear en Jávea, Escull

Bucear en Jávea, Escull

El Escull

Bucear en Jávea: bajo del Escull

La inmersión del Escull es probablemente una de las más atractivas del área cercana a Jávea. Debe su nombre a la afilada roca que sobresale en medio de una pequeña y abierta bahía.

Si eres de los buceadores que les gusta «moverse» debajo del agua y además no consumes demasiado, podrás recorrer casi toda esta zona en una sola inmersión. Si prefieres deleitarte con la fauna marina o con las formaciones naturales, probablemente la dividas en dos inmersiones: el Escull propiamente dicho y el bajo del Escull.

Vamos a centrarnos en esta ocasión en el bajo. Como su nombre indica se trata de una montaña sumergida situada entre la roca del Escull y la escarpada costa. Tiene un corto recorrido que transcurre más menos paralelo al litoral. Su cota más profunda llega a los 20 metros y la más somera a los 5. No es por tanto una inmersión muy complicada en cuanto a profundidad.

Sin embargo, en superficie, al ser una zona desprotegida, es frecuente que el mar esté un poco agitado por el oleaje. Asimismo, es muy habitual la presencia de una corriente submarina ligera que, la mayor parte de las veces, viene desde el lado norte.

BArracudas en el Escull. Jávea
Las zonas expuestas a la corriente atraen gran cantidad de peces. Entre ellos los grandes bancos de barracudas.

Esta corriente, lejos de complicar la inmersión, la hace más atractiva, pues grandes bancos de peces se congregan en la zona más expuesta. Numerosos sargos, mojarras y barracudas merodean cerca de la esquina norte del bajo. Las castañuelas están por todas partes. Y grandes dentones y pargos se mezclan de cuando en cuando entre todo este tumulto.

Aunque seguramente la parte más atractiva de la inmersión sean las impresionantes formaciones rocosas que la naturaleza ha esculpido en este modesto monte submarino. A esto hay que añadir que con mucha asiduidad se reúnen en torno a estas curiosidades geológicas grandes bancos de peces, lo que hace la inmersión aún mucho más interesante.

Bando de Mojarras
Nutridos bancos de mojarras se congregan bajo los arcos

Nutridos bancos de mojarras se congregan bajo los arcos

En su punta sur encontraremos un gran arco en el que se cobijan un gran número de sargos, principalmente mojarras y sargos comunes, aunque no es raro que se entremezclen otras especies. Muchas veces «sobrevuelan» la zona nutridos bancos de salpas.
Si te acercas con mucho cuidado y no los espantas, pasarás por debajo del arco entre cientos de peces.

Arco en el bajo del Escull
El arco del extremo sur del bajo es una de las formaciones más interesantes

En la zona más o menos central del bajo otro arco, o mejor dicho pasadizo, atraviesa la roca de un lado a otro. Y en su lado oeste nos regala un entramado de bellas columnas naturales que sirven de refugio a los peces. Cuando lo cruces, observa sus paredes tapizadas por innumerables animales marinos que le dan colorido. Ciertas especies de esponjas tiñen sus paredes de azul y rojo y un tipo de coral (Parazoanthus lo llaman los entendidos) las decora de amarillo. Ten mucho cuidado con tus aletas y tu cuerpo que pueden arrasar parte de este magnífico tapiz. Tampoco te detengas mucho tiempo en el interior pues tus burbujas de aire se acumulan en el techo y puede ocasionar daño a la vida marina.

En los meses más cálidos, después de un buceo tranquilo, al ascender podremos disfrutar observando elegantes medusas, habituales en esta época. No os preocupéis, solo hay una especie que es un poco urticante. Se le llama Pelagia noctiluca en el argot científico. Pero si subes mirando hacia arriba no tendrás ningún problema, estarás a salvo de sus picaduras y podrás contemplar su belleza.

 
Arco en el bajo del escull
El túnel que cruza el bajo es otro de los puntos «calientes» de la inmersión
El escull. Javea
El arrecife del Escull está también perforado por una cueva de gran tamaño
Pelagia noctiluca
Pelagia noctiluca
Cothylorhiza tuberculata
En las épocas más cálidas las medusas hacen su aparición. Cothylorhiza tuberculata (drcha)

Dejamos para otro día, la «visita» al arrecife (Escull) propiamente dicho. Que nos baja hasta los 30 metros de profundidad y nos introduce en una magnífica cueva que atraviesa en Y la roca.

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