Maldivas, bucear en el paraíso
Si te apasionan los viajes de buceo, las Islas Maldivas es uno de los destinos de buceo que no debes perderte. Este archipiélago, situado en medio del océano Índico, te va a ofrecer inmersiones y experiencias únicas.
Las islas Maldivas se encuentran constituidas por unas 1.200 islas repartidas entre 26 atolones que suman un área total de unos 90.000 Km2, una vasta extensión de mar en la que se pueden encontrar algunas de las especies marinas más apreciadas por los buceadores: mantas, tiburones, entre ellos el ballena, asi como cientos de especies de peces.
Con estas dimensiones, no es de extrañar, que posea multitud de puntos de inmersión donde podrás deleitarte con la asombrosa fauna de sus aguas. Sin olvidar, por supuesto, los idílicos paisajes de postal que sus islas, con sus aguas cristalinas y playas de fina arena blanca, ofrecen a los navegantes que se animan a realizar un crucero de buceo. Y es que, seguramente, la mejor forma de conocer este bello paraje es embarcarte en un viaje de buceo vida a bordo para poder recorrer un montón de millas y bucear en los mejores sitios de este fascinante archipiélago.

Existen diferentes rutas de buceo en Maldivas. Elijas cual elijas, tus vacaciones de buceo serán inolvidables ya que todas ellas poseen algo único que te dejarán maravillado. Por ejemplo, la ruta más habitual, y recomendable, para aquellos que viajan por primera vez a este paraíso, es la de 4 atolones. ¿Y qué tiene de especial y único esta ruta? ¿Por qué tanta gente decide pasar allí sus vacaciones e incluso repiten año tras año?
Una de las inmersiones más destacadas de este itinerario es, sin duda, el buceo nocturno con mantas. Sí, sí…un auténtico espectáculo de la naturaleza en estado puro que el océano nos ofrece y del que podemos ser partícipes. En muy pocos lugares del mundo puedes disfrutar de este regalo. De momento, Maldivas y Hawaii son los únicos sitios donde se da este fenómeno de manera recurrente.

Fondeados en las tranquilas aguas de la laguna interior del atolón, esperaremos pacientemente la visita de nuestras amigas las mantas que, si todo va bien, se reunirán en la popa de nuestro barco de buceo, comenzando su baile nocturno ante los ojos de unos buceadores fascinados. Y te preguntarás, ¿qué hacen aquí? ¿Siempre se encuentran en esta zona o ha sido pura casualidad? Pues simplemente, las mantas se han dado cuenta de que las luces de los barcos de buceo atraen el rico plancton que a ellas tanto les gusta. Así que han aprendido que acercándose a ellos, tienen la cena garantizada. Y eso hacen de manera habitual. Pero sólo ocurre en determinados puntos del arrecife y no siempre. Así que tienes que estar preparado incluso para no verlas. Aunque el porcentaje de éxito es muy alto.
Si tienes la suerte de su visita, las verás delante mismo del barco, realizando sus vueltas o“loopings” una y otra vez mientras abren sus enormes bocas y se alimentan del plancton que se aglutina bajo nuestros focos. Una experiencia que te deja sin respiración. Pero si esto ya es emocionante, ¿te imaginas meterte en el agua con ellas? Pues sí, para eso estamos aquí. Nos sumergiremos a una profundidad de entre 8 y 10 metros y nos quedaremos en el fondo contemplando este mágico momento. Sólo tendrás que tener sumo cuidado de no apoyarte sobre el coral u otros organismos que pueda haber en el fondo.
Pero si te parece poco la increíble experiencia de bucear con mantas en Maldivas por la noche, aún queda mucho más por descubrir durante nuestro safari de buceo. No dejamos aún a estos preciosos animales, sino que vamos a disfrutar de su compañía de nuevo. Pero esta vez, nuestra inmersión con mantas la realizaremos durante el día. En esta ocasión, tendremos la oportunidad de verlas en una estación de limpieza.

Hay muchas de ellas por todo Maldivas, habitualmente son muy parecidas y una inmersión típica en una estación de limpieza de mantas podría ser como sigue: descendemos hasta los 15 – 20 metros de profundidad para aterrizar en un gran pináculo de coral donde estos enormes pelágicos acuden a limpiarse y desparasitarse gracias a la ayuda de pequeños lábridos limpiadores que se pegan un gran homenaje gracias a sus invitados. Para esta actividad, las mantas realizan grandes círculos y se posan sobre el arrecife por unos minutos facilitando la tarea de acicalamiento a estos chiquitines que no dudan en aproximarse y recorrer todo el cuerpo del animal.
Esta actividad de limpieza es muy importante para las mantas, la realizan de forma constante y de ese modo se libran de los parásitos o restos de piel dañada. Pero estate atento, porque no sólo puedes encontrarte sumergido con mantas, otros habitantes de este gran océano pueden aparecer por sorpresa: quizás algún tiburón punta blanca de arrecife, tortugas, peces napoleón…y si te fijas entre los corales, seguro que encuentras pequeños compañeros de inmersión como graciosos y coloridos nudibranquios, desapercibidos peces hojas, algún pez pipa fantasma y un sinfín de coloridos peces de arrecife que nadan sin temor entre los curiosos buceadores.
Bueno, después de haber disfrutado al máximo de las mantas, de haber nadado junto a ellas y haberlas tenido tan cerca que incluso las podríamos llegar a tocar (¡no lo hagas, por supuesto! deja que todo el mundo disfrute de ellas y no las espantes), llega el momento de buscar tiburones y tratar de verlos lo más de cerca posible y, además, ¡de noche!
Pero no te asustes, la especie que vamos a ver es inofensiva y nunca se han registrado ataques. Estamos hablando, de la ya célebre inmersión nocturna con tiburones nodriza. Para esta inmersión, nuestro barco auxiliar de buceo (Dhoni), nos llevará hasta el muelle de un conocido resort. La experiencia que vamos a vivir bajo sus aguas será memorable. Una vez más, una especie marina se ha adapatado a las circunstacias de su entorno también de una forma casual. Desde hace tiempo, los barcos de pesca artesanal traían sus capturas para vender a este hotel y arrojaban los restos al mar, los cuales caían y se depositaban en el fondo. Esto, poco a poco, atrajo a los tiburones ya que era una forma fácil, sencilla y segura de conseguir alimento.

Tras mucho tiempo, se ha convertido en una especie de “feeding” involuntario y todos los cruceros de buceo en Maldivas se aproximan a este lugar para disfrutar de la experiencia de ver cientos de tiburones nodriza alimentándose de noche. Llegan a formar bancos de decenas, incluso, centenares de tiburones nadando cerca de la superficie del agua. Un conjunto de emociones y sensaciones dispares se apoderan de tu cuerpo y tu mente al verte rodeado de tantos animales salvajes alimentándose a tu alrededor. No solo hay tiburones de la especie mencionada, sino también medregales, pastinacas y tiburones punta negra de arrecife… una explosión de vida submarina fascinante.
Sin duda, jamás olvidarás la sensación de estar en medio de semejante banquete. Esto es algo único que solo ocurre en este apartado lugar del mundo, en este rincón de Maldivas.
Y llegamos a otro de los puntos clave de este viaje de buceo: nadar y bucear con el majestuoso tiburón ballena. El pez más grande que habita en nuestros mares y que podremos, con suerte, contemplar nadando delicadamente por el arrecife. Ver su enorme silueta, salpicada de pequeñas motas blancas, pasando por nuestro lado es una experiencia tan gratificante… La sensación de paz y tranquilidad que nos transmite con su movimiento ondulado es imposible de explicar hasta que no lo vives en persona. Un espectáculo tan emotivo y natural que, si amas el buceo, tienes que experimentar alguna vez en tu vida.

Y si esto te engancha, espera a que te contemos que, si realizas la ruta sur de Maldivas, existe la posibilidad de verlo alimentándose de noche en la popa del barco. Puede estar abriendo su enorme boca y tragando bocanadas de agua durante horas para deleite de los buceadores que, asombrados, aguardan en el agua sin molestar hasta que el colosal pez termina su cena y de nuevo retoma su camino. Este último, es otro acontecimiento que sólo ocurre en Maldivas.
Llega el momento de las emociones fuertes, bucear al lado de tiburones de verdad, bueno los otros también lo son, por supuesto, pero nos referimos a los tiburones con la típica pinta, como los que aparecen en las películas. Pero no tengas miedo, que, por si no lo sabías ya, no son como los pintan en el celuloide. En Maldivas tendremos la oportunidad de ver tiburones grises, normalmente muchos.
En algunos casos, por ejemplo en ciertos canales (o Kandu en maldivo) del sur de Maldivas, cientos de ellos juntos. Seguramente veas también tiburones punta blanca de arrecife, y en determinados lugares, quizás puedas incluso verlos en acción cazando por la noche. Si los tiburones son lo tuyo entonces no debes dejar de ir a cualquiera de las rutas del sur de Maldivas, donde tendrás la posibilidad de ver tiburones martillo, incluso el mokarran o martillo gigante y el aparentemente fiero tiburón tigre.
Pero viajar y bucear en Maldivas no es sólo sumergirse con grandes pelágicos. La diversidad de peces de arrecife que encontramos en sus kandus, thilas y giris (montañas submarinas) es increíble. Cientos de peces de arrecife habitan estas cálidas aguas dando colorido a un arrecife que, si bien, ha sufrido de forma intensa el incremento de las temperaturas del agua en el océano Índico, llevándose por delante grandes extensiones, aún lucha por sobrevivir y da cobijo y alimento a infinidad de sorprendentes organismos.
No dejes de disfrutar de la visión y el encuentro con los coloridos lábridos, peces loro, peces sargento, damiselas, peces payaso, morenas, meros, los fascinantes peces cristal, peces rana, peces pipa fantasma, rayas, águilas marinas, esponjas, caracolas, crustáceos…
Así que revisa tu agenda, haz un hueco y pon rumbo a bucear en las Islas Maldivas.
