Bucear en Komodo

Bucear en Komodo es una experiencia fascinante. Las fuertes y complejas corrientes de Komodo aportan valiosos nutrientes que generan una biodiversidad extraordinaria. Desde impresionantes formaciones coralinas a extrañas y diminutas criaturas submarinas, pasando por los grandes animales. Imagina bucear con mantas, águilas marinas, tiburones, delfines, atunes, peces luna… o los siempre presentes peces coralinos que contribuyen a colorear estos magníficos fondos marinos.

Seguramente puedas bucear con animales tan bizarros y sorprendentes como los preciosos pulpos de anillos azules, peces pipa fantasma ornamentados, caballitos pigmeo, peces rana, morenas cinta, un sinfín de nudibranquios, y muchos más que tú mismo podrás descubrir. No en vano, es uno de los puntos calientes de biodiversidad marina.

En definitiva, un buceo en Komodo de primera clase, aunque en algunos puntos y momentos, exigente.

Esta riqueza biológica no ha pasado desapercibida para los indonesios que lo declararon zona protegida como Parque Nacional ya desde 1980. Y tampoco para organismos internacionales como la Unesco, que en 1991 le concede el estatus de Patrimonio de la Humanidad.

En este reconocimiento tuvo mucho que ver otra de las singularidades de este exótico y remoto lugar, que esta vez ocurre en superficie: el lagarto de Komodo, el lagarto vivo más grande del mundo. Este descomunal saurio, conocido también como dragón o varano de Komodo (o Varanus komodoensis si seguimos la terminología científica) puede alcanzar tamaños cercanos a los 3 metros.